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El universo de Samurai Warriors recibe su versión Empires

jueves, 15 de marzo de 2007

Pocos meses después del lanzamiento de "Samurai Warriors 2" en Xbox 360 (no ha pasado ni un año) llega a las tiendas su versión "Empires". Con éste título el beat´m up de Koei ambientado en el Japón feudal da el salto a la rama más estratégica de la franquicia, en la cual "Dynasty Warriors" ya ha contado con varias apariciones. Así, volvemos a encontrarnos con los frenéticos combates de la serie, pero ésta vez aderezados por componentes de estrategia y algunas novedades que encantarán a los fans.
Jugabilidad

Como ya hemos dicho, la rama "Empires" mezcla la mecánica de los anteriores "Samurai Warriors" con un remarcado componente estratégico. Éste permitirá que las partidas no sean tan monótonas y que nos involucremos un poquito más en el desarrollo de los acontecimientos. Comenzaremos el juego seleccionando uno de los territorios regionales disponibles al comienzo de la partida en el modo Empire. Tras tomar ésta decisión habrá que seleccionar el ejército con el cual jugaremos. A partir de ahí deberemos ponernos en el papel de su líder y hacer todo lo posible para unificar todas las ciudades de la región bajo nuestra espada. Si lo hacemos en un tiempo apropiado, tendremos la oportunidad de dar el salto a la unificación nacional, lo cual simbolizará llevar a cabo una campaña para hacernos con el control de todo Japón.



Pero no todo será tan sencillo como parece. Antes de entrar al campo de batalla deberemos participar en la parte estratégica del producto. Ésta se llevará a cabo desde un sencillo menú (similar al de "Dynasty Warriors 5 Empires") en el cual se irán desplegando todas las opciones posibles. Podremos confiar en nuestros generales para realizar acciones, recolectar dinero, adquirir tropas, mejorar el armamento de los personajes, visitar una tienda, hacer alianzas con enemigos, o incluso organizar duelos o actividades culturales. Todo mejorará de una u otra manera el futuro de nuestro ejército, ya sea aumentando las posibilidades ofensivas de los soldados, o teniendo contento al pueblo para que no organicen revueltas. Eso sí, no podremos llevar a cabo todas las acciones que nos apetezca, sino que habrá un límite de movimientos por cada turno. Éste irá aumentando con el tiempo, pero al principio es muy importante pensar con cuidado lo que vamos a hacer. Si no recolectamos dinero no podemos comprar tropas, y sin dinero tampoco es posible invadir a ningún ejército enemigo en el turno de combate. Una vez hemos acabado las decisiones estratégicas, salvamos partida, y vamos a ver cómo se encuentra el campo de batalla. Aquí la única opción será invadir, o, en algunos casos, defender. Si invadimos deberemos elegir la ciudad que deseamos atacar, teniendo siempre en mente el potencial de los rivales y el de nuestras propias tropas. Elegida la ciudad rival, sólo quedará definir la lista de soldados de renombre que nos llevaremos con nosotros (un máximo de 8, dos de ellos de refuerzo).



El siguiente paso de la fase de combate pasará por equiparnos con armas o caballos, y seleccionar formación para el enfrentamiento. Ésta nos ayudará a dar una pequeña ventaja a nuestros chicos, puesto que será posible aumentar la velocidad, la fuerza, o entre otras cosas, la vida de los personajes que estén en nuestro lado. Lógicamente, el ejército rival también podrá hacer uso de ella, por lo que conviene no cortarse a la hora de elegirla la más adecuada. Otra posibilidad es la de usar tácticas, como unidades adicionales de caballería o ninjas. Y después, al ataque.

A la hora de enfrentarnos contra los rivales habrá dos posibles objetivos definitivos: conquistar el campamento enemigo o destruir a su líder. Ambas son buenas opciones, pero se recomienda acabar con el general mayor de la oposición para intentar capturarlo y sumarlo a nuestras filas. Las batallas suelen basarse, primero, en conquistar cuantos más campos rivales podamos, eliminando soldados rasos y enfrentándonos contra generales. Estos pueden retirarse tras ser derrotados, ser eliminados, o acabar capturados por nuestro ejército, lo cual nos permitiría más tarde contratarlos. Al acabar con el líder del ejército rival o con su campamento base, el nivel acabará y volveremos a la pantalla estratégica. Así poco a poco hasta unificar Japón y finalizar la historia del personaje que hubiéramos seleccionado. Posteriormente, el mismo modo Empires nos propondrá ir participando en batallas determinadas, incluida la memorable Sekigahara.



El sistema de juego no aporta muchas novedades respecto a otras entregas. Volvemos a tener el mismo sistema de combos, los movimientos especiales, y los truquillos de antaño, pero lo cierto es que todo sigue siendo tan divertido como siempre. Además, ahora los personajes obtienen muchas más combinaciones al aumentar de nivel, sus habilidades son más personalizadas si cabe, y existe la posibilidad de realizar ataques Musou combinados entre cuatro guerreros del mismo ejército. No falta la posibilidad de montar en caballo, o el uso de items que nos potenciarán de muy diversas formas. En cuanto a personajes, una vez más, son cientos, todos ellos distintos entre sí y con armas a cada cual más original e imponente. Además, quien no esté satisfecho con alguno, o quiera personalizar su aventura en el Japón antiguo, podrá crearse su propio oficial. El editor no es un derroche de medios, puesto que no permite editar demasiado el aspecto visual del personaje (sólo podemos elegir entre distintas plantillas), pero será una buen forma de, por ejemplo, mezclar las espadas de Musashi Miyamoto con diseños muy distintos al del famoso samurai.

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